sábado, 8 de marzo de 2008

¡Cuidado, straight suelto!

Ya había notado la nada fina intención con su toqueteo nada fino a mi brazo. Lo agarraba y lo apretaba, confirmando el descuidado músculo debajo de la grasa el cuero el vello. El truco fue el sol, el puto sol que cómo quema y ya me tieme harta y que me muestra a asistentebuenon como una sombrita a la cual me puedo arrimar un ratito. Rico, papi. Poquito a poquito. Por el hombro y después por el brazo. Así, así. Por el brazo y después bajo por la pierna (comentario cachondo, sonrisita, la perra se acicala, se estira y se baja). Por la pierna, esperando que la sensación en la nuca confirme la exitosa erección en la verga.

Pero la verga, pobre verga, no responde al llamado reproductivo morboso. La chiquita p está ensimismada en fantasías que no obedecen a imágenes no protagonizadas por chichis culos rosados piernas afeitadas y puchas enceradas. La verga velluda piensa en otras vergas más velludas, las pobres puchas, velludas o afeitadas, le dan lo mismo. La verga es la verga, se afirma cuando se ve al espejo. La verga de la jefa sólo es referencial, simbólica del poder que ostenta.

No responder es la respuesta provisional. Qué ganas de ser jotero en este momento. Qué ganas que note algún rasgo de depravación/tendencia/amaneramiento que la saque de pedo y que le haga largarse. Pero no. La puta se restriega y me pregunta y me dice que le diga y me dice que yo y que ella y que qué chingon. Pena. Si no estuviera tan borracha y yo tan conciente. Si no estuviera guapa asumiría mi rechazo, pienso, pero guapa es. Y chichona proporcionada, de cuerpo bien formado, actitud sexy. Se sabe guapa, eso es. Se sabe peda, y eso en nuestro bizarro mundo da las concesiones más patéticas. Hacer hasta donde se pueda ahora, y que la cruda del día siguiente permita el olvido y remende.

Le digo que me voy. Ok Bye, media vuelta teatral, alejarse en paso bitch. Camino yo también. Media vuelta súper bitch, brazo en cintura, mirada semifija, grito ardido: Gracias. De nada, mi amor. No volteo. Agradécele a mi verga, puta. Y que se alegre tu esposo. Este gordibueno se va.

Riiiiiiing. O mejor dicho: Ti ri rín tin. JefaCaliente marcando. Contesto. Mi nombre con terminación diminutiva, en dónde estás? por qué te fuiste? por qué no me avisaste? por qué te fuiste? La voz se comienza a poner histérica. Sí te avisé, estas tomada. Por qué te fuiste? No me hagas esto, mi nombre con terminación diminutivo y rematando con hermoso. Chiquito, por qué te fuiste? No puedo hacer esto. Hablamos mañana.

Wei Hui dice que el arte de la seducción consiste en tener estrategias de hacerte inaccesible para el ser deseado. Tal vez eso explique mi deplorable estado actual. Bah. Que Feliciana me adore, es su pedo. Con que no me corra. Con que Lisardo no sea tan ojete me conformo.

No hay comentarios: